Antecedentes del proyecto Resalar
La Fundación ANSE Adquirió en 2019 la concesión de estas salinas con el objetivo de recuperar la actividad salinera y los valores ambientales de este enclave que en la actualidad se encuentran muy deteriorados tras más de veinticinco años de abandono. La producción de sal de forma continuada y correctamente gestionada permite, además, la creación y afianzamiento del ecosistema natural característico asociado de todas las salinas marítimas, lo cual permite suponer que el afianzamiento de actividad salinera implicará el afianzamiento y la preservación de la zona objeto de protección ambiental.
Hasta la década de 1960, la Manga del Mar Menor era un extenso cordón de dunas de gran valor natural con buena representación de especies típicas de este ecosistema y en la que aún perduraban salinas en funcionamiento. Desde entonces, la mayor parte de sus valores naturales se han perdido debido al desarrollo urbanístico.
Las salinas de Marchamalo, la caleta del Estacio y el Monte Blanco son tres de los últimos espacios de La Manga que han llegado hasta hoy libres de edificaciones pero se enfrentan al abandono, a la degradación del hábitat, a la proliferación de especies exóticas invasoras y otras amenazas causadas por la actividad humana.
Tenemos el objetivo de recuperar los valores naturales en 16 hectáreas de La Manga. Con el proyecto RESALAR, se restaurará una salina abandonada recuperando los valores naturales asociados a este tipo de humedales costeros, así como dos espacios de dunas litorales actualmente invadidos por especies exóticas, actuando en dos de los ecosistemas más importantes para luchar contra los efectos del cambio climático.